Miguel Ramírez, Curicano. Seleccionado en la Cumbre. |
El jurado del certamen seleccionó 10 obras de un total
de 550 que postularon.
Hoy se dieron a conocer
los resultados de la primera “Cumbre de los Cantores” chilenos. Organizado por
el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Música y el Espectáculo en Chile
(SITMUCH), este concurso -cuya convocatoria comenzó el 18 de abril del
2012- recibió un total de 550 canciones inéditas del género raíz
folclórica y /o popular.
El jurado de este certamen
-que busca revitalizar la tradición nacional del cantor/a de los años sesenta-
debió elegir sólo 10 canciones, cuyos intérpretes recibirán un premio de
$2.000.000 y formarán parte de un disco compilatorio.
A saber, las obras
seleccionadas fueron: De Pulsos y Viajes
(de María Eugenia Zúñiga), El Principio del Final (de Eduardo Yañez), Caracolas
de la Libertad (José Betancourt), El Perdón (Paula Herrera), Miro mis Manos
Vacías (Anita Flores), Un lugar en el centro (Sebastián Sotomayor), Poeta y
Campesino (Miguel “Curicano” Ramírez), El oficio del Cantor (Cristian Heyer),
Poeta Ladrón (Andrés Gonzales) y Trataciones y Curamientos (Mauricio Gaete).
Para saber más sobre esta inédita competencia, Música.cl
entrevistó a Nano Acevedo, incombustible hombre de Música, Presidente del
SITMUCH, gestor y miembro del jurado del proyecto “Cumbre de Cantores”, que
además contó con el auspicio de SCD, la Escuela Moderna de Música y Radio
USACH.
¿Qué
es un cantor?
Los
cantores son esas personas que reflexionan u opinan sobre su entorno, para
luego escribir, tocar y cantar sus propias canciones.
¿Qué
rol juegan los cantores en la actualidad?
Hoy es muy necesario el cantor. No como la
gente le llama de protesta o cosas así, sino que de contenido social. Ellos
pueden mostrarnos realidades que a través de la música y el canto penetran más
y de manera más veloz.
¿Cómo fue
el proceso de selección de obras para la Cumbre de Cantores?
Fueron largas jornadas de reunión, en que nos
juntábamos a escuchar música. La primera etapa fue por descarte, pues había
canciones -algunas muy buenas- que no se ajustaban a las bases de la
convocatoria, porque no eran de raíz folclórica, estaban mal grabadas o eran
interpretadas por tríos o dúos. Luego, seleccionamos y pusimos nota a un grupo
de 100 obras, de las cuales quedaron sólo 10.
Tomando en cuenta que sólo recibían
canciones de raíz folclórica, ¿qué tan amplia fue la variedad de estilos?
Las canciones seleccionadas pertenecen a
diversos géneros o más bien ritmos con raíz folclórica, que van desde la música
campesina hasta obras con instrumentos nortinos y temas muy novedosos. Y
respecto a los intérpretes lo mismo, incluso hay un cantor de micro que quedó
seleccionado.
¿Y fue muy complicada la elección?
Sí, porque la competencia estuvo muy
apretada. La canción número 11 no quedó sólo por una décima. Diría que de todas
las obras postuladas, había 70 de primera calidad, que también merecían premio.
Sin embargo, había que respetar las bases y sólo pudimos elegir 10.
¿Qué sensación te deja esta primera Cumbre
de Cantores?
Fue emocionante ver tanta gente que canta y
que echa por tierra todos esos mitos de que aquí no hay material de calidad que
de abasto por ejemplo para aparecer en las radios nacionales. También, creo que
se ha elevado el nivel de los cantores respecto a cuando muchos de nosotros
comenzamos a componer y cantar. Claro, porque en mis tiempos, casi ninguno
había estudiado música. Hoy es al revés.
¿Crees que la Cumbre cumplió su objetivo?
Claro, recibimos más de 500 obras de diversos
cantores. Esto ayuda a abrir espacios a este tipo de músicos, que no tienen
mucha cabida en festivales ni en los medios de comunicación masiva. Pero esta
cumbre es sin duda un paso adelante y gracias a su éxito, ya estamos pensando
en repetirla el próximo año.
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