viernes, 28 de marzo de 2008

Décimas por Jorge Díaz y los 50 años del teatro Ictus

Jorge Díaz, qué prontuario,

De asturiano y vasca nace

(y cristianamente lo hace,

Ya que aparece en rosario)...

Dramaturgo extraordinario,

Propone un intenso viaje

Sin timón, sin equipaje

Y nos guía a la alta estrella

Su velero en la botella,

Que es el barco del lenguaje…



Jorge Díaz, generoso

Autor, cuya timidez

Lo traicionaba tal vez

Ante su espejo borroso.

Irónico e ingenioso,

Dramático y divertido,

Sin soberbia y convencido

Decía de su persona:

"soy una urraca ladrona

Que todo se lleva al nido"



Jorge Díaz, ciudadano

De este rabioso planeta,

Decía no ser poeta

Con un cortado en la mano.

Hasta el Tavelli temprano

Llegaba pulcro y puntual

Y escribía magistral

Su aforismo sin excusa:

"el edípico sólo usa

Un condón umbilical"



Jorge Díaz filosofa

Como Nietzche, a martillazos,

Lanza sus frases-balazos

De reflexión y de mofa.

La religión no es su estrofa

Pero igual dice asombrado:

"fui cristiano confesado,

Musulmán, budista, hebreo,

Y ahora más claro veo:

Sólo era un hombre asustado"



Jorge Díaz, caballero,

Del Ictus fue fundador,

Al principio hizo de actor

Y escenógrafo certero.

Pero después, del sombrero

Sacó un creador -él mismo-

Y nos libró del abismo

Pues le ahorró a tanta gente

Con su Cepillo de Dientes

Las caries del pesimismo…



Jorge Díaz, enemigo

Del diploma y del galvano,

Como otro Jorge, el hermano

De los bares y del trigo.

Jorge Díaz fue testigo

Del empuje y la porfía

De esta insigne compañía

Que hoy merece este homenaje

Que augura muchos montajes,

Muchas noches, muchos Díaz!




Eduardo Peralta
27 de marzo 2008

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